Las canciones de este disco surgen de reflexiones posteriores a lecturas o vivencias del pasado, con el claro propósito de dar un enfoque quizá más humano, devolviéndole el color a nuestras Raíces prehispánicas o precuauhtemicas, elevando los instrumentos de sonoridad prehispánica a un nivel, más alto, hasta ser “solistas” y no únicamente “acompañantes”, para reivindicar esos sonidos tan profundos y tan nuestros, que en muchísimas ocasiones despreciamos sin darnos cuenta de las maravillas que encierran, lo que nos comparten, lo que nos regalan.

Ahora en formato de canción, queremos mostrar esa mezcla de culturas, de tiempos, y matices... que somos los mexicanos del Siglo XXI: modernos y ancestrales, naturales y electrificados, nacionales y globales, todo esto con el fin no sólo de conocer algo de nuestras raíces, sino, que a caricia y cadencia de tonadas, renazca el autentico cariño por algo que tenemos.

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Somos un pueblo que canta... somos un pueblo de flores; flor y canto nos sintetiza, es nuestra manera de ser, es nuestra manera de comportarnos, son los valores y la cultura que nos llega desde siempre... desde el principio de los tiempos.